Como adolescentes en el coche

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Hace poco que se conocen, pero cada día tienen más ganas de acercarse más el uno al otro. Hoy ella ha quedado con sus compañeros a tomar unas cervezas. Cuando él le escribe preguntando si quiere ir a tomar algo se arrepiente de inmediato de haberle dicho a los otros que iría con ellos.

Como últimamente no está muy comunicativa con sus compañeros, no quiere decirles que se lo ha pensado mejor y no se le ocurre otra cosa mejor que decirle a él que venga.

A los 5 minutos también se arrepiente de habérselo dicho. Sabe como quiere acabar la noche y en su casa están sus padres, han venido de visita. ¿Se podrán conformar con un par de cervezas?.

Están todos juntos en el bar y tienen que aguantar continuamente miradas curiosas, algunas celosas. Ella intenta cortarse con la cerveza, el alcohol lo complica todo, siempre la pone más cachonda y ya está lo suficientemente excitada. No puede dejar de mirar sus labios mientras habla con otras personas. Se muere por besar esa boca.

Otra cerveza más… él se quita la chaqueta y a ella le entra un calor que apenas puede disimular. Mira sus manos y casi siente como la acaricia con ellas, sube la mirada por sus brazos… No aguanta y los roza mientras se cuentan, qué tal el día. Hablar por hablar, los dos han entendido al mirarse, por fin, que es lo que más desean en ese momento.

Cunado ya se han cansado de hacer el paripé frente a los compañeros de ella, él le dice que la lleva en coche a casa, que está aparcado en el garaje de la oficina. Andan hacia el coche un poco nerviosos, aunque sólo la va a llevar a casa, ¿no?.

Entran un poco tímidos en el garaje, pero al cerrarse la puerta fue como si toda su vergüenza se quedara fuera. Se besan con unas ganas tremendas, se muerden los labios, meten sus lenguas una dentro del otro. Por un momento paran, conscientes de donde están y entran en el coche como si nada hubiera pasado. Les dura dos segundos, el pone su mano en su pierna, ella le mira con fuego en los ojos y pone su mano un poco más allá, en su entrepierna. Vuelven a besarse con la misma pasión que antes o incluso más.

Se pasaron al asiento trasero del coche, él mete la mano por la falda y nota su tanga, que está húmedo. La mira a la boca y se está mordiendo el labio. Sigue acariciando con sus dedos hasta que ella empieza a gemir bajito. Ella también mete la mano por su pantalón y empieza a acariciar su pene. Él hace dibujos por su clítoris. Besos y más besos, caricias y más caricias. Se masturban con ganas. Entonces ella susurra: “Métemela” y se sienta encima. Su polla entra sin problemas, está más que húmeda.

Él la toca a los pechos mientras ella echa su cabeza para atrás. Él con su lengua chupa su cuello de arriba a abajo mientras ella no deja de moverse, arriba y abajo y haciendo círculos. Su polla entra hasta el fondo, y empieza a aumentar el ritmo. Ella le susurra al oído que se va a correr y así lo hace, tiembla encima de él. Se quita de encima de él y baja su boca hasta su polla que sigue bien dura, le chupa con ganas mientras le acaricia. Él, que ya no puede más se corre en su boca.

Se visten, se miran, se ríen y él la lleva a casa.

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